Una chica sentada ante su ventana, miraba un pájaro que había posado en una rama de un árbol. Cada día, él se ponía en esa rama y ella se preguntaba el por qué. No había nido alguno y se tiraba horas allí parado,
el deseo de querer cogerlo aumentaba en la niña, tanto que llegó un día en el que lo atrapó, lo agarró fuerte con sus manos y acabó matándole.
Las prioridades del humano son: primero sus deseos después los sentimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario