Casualmente el destino acabó sentándome a su lado, sin saber cómo, su confianza en mi se agrandó en sólo un momento sin conocerme, era la primera vez que nuestra conversación duraba más de 20 segundos, pero confió en mi y me contó algo que no suele decirle a nadie. Acto seguido, le expliqué un poco de mis creencias sobre el alma. No acabé de hablar cuando sus ojos se iluminaron con un brillo especial, sonriendo ella me preguntaba si era cierto lo que le contaba, yo con una gran sonrisa le dije que sí.
Era extraño ver ese brillo nuevamente en alguien, justo cuando pensé que mi misión acababa de pausarse hace un tiempo. Aun así las señales y las premoniciones que tuve este verano parecen ir bien encaminadas y sé que quizás no esté donde estoy por tener que sacarme un título más, pues ahora mismo no me importaría irme de aquella clase, pero si me llegó una señal es por algo, por eso debo aguantar.
PD: Gracias por confiar en mi, no olvides que a los mayores locos son los que ahora más se les recuerda. No tengas miedo de mostrarle al mundo tu habilidad, deja que se rían y piensa que de todo lo que dices algo siempre se queda clavado en quien te oye.
